Los aceites esenciales

Aceite de lavanda

El aceite esencial es el extracto de la planta obtenido mediante la destilación de flores, semillas, raíces, resinas, etc... Se llama esencial porque recoge la esencia de la planta, pero no son realmente aceites, ya que carecen de ácidos grasos.

Son muy utilizados en aromaterapia por la multitud de cualidades que poseen. Desde hace muchos milenios se han aprovechado por sus propiedades antisépticas, ya que inhiben la proliferación de las bacterias, contrarrestan el desarrollo de los gérmenes y los matan. Por eso es muy interesante utilizarlos en procesos infecciosos como, por ejemplo, la gripe a través de baños con aceites esenciales o en difusores.

Además poseen acción antitóxica, es decir, inhiben la acción de productos que pueden deteriorar las células. Por eso se usan por su capacidad regenerante de la piel en tratamientos de estética natural.

Algunas también poseen propiedades antivenenosas. Los aceites esenciales de lavanda o geranio, por ejemplo, se pueden aplicar directamente sobre la piel para neutralizar la picadura de una abeja.

La mayoría de las esencias, tienen propiedades tonificantes de las glándulas endocrinas y la corteza suprarrenal, responsable entre otras cosas de la capacidad de resistencia al estrés. Y propiedades antirreumáticas, por lo que pueden usarse para el tratamiento de afecciones articulares dolorosas a través de masaje.
Aceite de romero

Por otro lado, al ser un producto vegetal y por tanto, orgánico, se asimilan muy fácilmente. A través de una aplicación tópica (masaje, cuidados estéticos o en el agua de baño) penetran facilmente por la piel y al cabo de unas horas, pueden llegar incluso hasta el torrente sanguíneo. Pero además de estas propiedades, la aromaterapia se diferencia de la fitoterapia y de otras terapias naturales (flores de Bach, ...) porque los aceites esenciales son materias olorosas. Este detalle tiene gran importancia, ya que el sentido del olfato está conectado al hipotálamo –una zona del cerebro- y este, a su vez, al sistema límbico, que regula muchas actividades del cuerpo humano.





Los más polivalentes:

· Romero: El romero es un tónico circulatorio, reafirmante y depurativo. En masaje y baños se usa para combatir el decaimiento físico o intelectual. Se recomienda a personas mayores o adultos con problemas de estrés y fatiga mental. También resulta útil para tratar la bronquitis y el reuma, y se puede emplear para problemas de falta de energía. Acción aromática: aporta alegría y vitalidad y es un buen estimulante mental, por lo que es ideal en espacios de trabajo.

· Menta: La popular menta es estomacal, estimulante, neurotónica y refrescante. Se recomienda en baños o masaje cuando se necesite tonificación y sensación de frescor. Acción aromática: estimulante mental. Ayuda a prevenir o aliviar náuseas y vómitos aportando una mejoría inmediata.

· Geranio: El geranio tiene virtudes como tónico calmante, astringente, refrescante. Regenera los tejidos de la piel, además de aportar un efecto refrescante. Podemos utilizarlo combinado con aceites vegetales en masaje para tratar la depresión. En baños tendrá un efecto anticansancio y tonificante en casos de estrés. Podemos elaborar nuestro propio tónico para el cuerpo, mezclándolo con aceite vegetal de almendras; basta con añadir 6 gotas de aceite esencial de geranio por cada 10 ml –que equivale aproximadamente a una cucharada sopera- de aceite de almendras. Acción aromática; refrescante y tonificante. Tiene los mismos componentes aromáticos que la rosa, por lo que algunos aceites esenciales de rosa se adulteran con geranio, al ser su precio más económico.
Aceite de naranja

· Limón: El limón tiene notables cualidades como tonificante, desintoxicante y bactericida. Su acción sobre la piel es astringente, combate las impurezas, cicatriza y exfolia. En el masaje se usa para problemas circulatorios, pues fluidifica la sangre y tonifica los vasos sanguíneos. Se puede combinar con aceite esencial de enebro y ciprés. Acción aromática: es una planta rígida por el sol cuyo aroma exterioriza sus cualidades: aumenta el tono y la fuerza vital.

· Lavanda: Esta planta aromática, además de ser antiséptica, es calmante. Los griegos ya utilizaban la lavanda, por sus cualidades antisépticas, bactericidas y antivenenosas. A la lavanda se la denomina “la reina de las esencias”, pues tiene muchas propiedades beneficiosas para la piel: regulador sebáceo, calmante y antiinflamatorio. Es ideal para tratar eccemas o regenerar quemaduras. Para la migraña, se puede aplicar una gotita en masaje sobre las sienes y la nuca. Acción aromática: relajante y equilibrante mental. Unas gotitas en la almohada ayudan a conciliar el sueño.



· Arbol del té: La esencia del árbol del té es regeneradora, antiséptica y cicatrizante. Es muy beneficioso utilizarla para el acné, en cuyo caso es muy importante la limpieza diaria de la piel. Podemos añadir 4 gotas de aceite esencial a nuestro tónico o agua floral. Ante un granito rebelde, podemos aplicar directamente una gota de árbol del té: lo desinfectará y cicatrizará. Funciona extraordinariamente bien contra los piojos, por lo que, en caso de infección es útil usar un champú que contenga árbol del té. Para eliminar las liendres puede peinarse el cabello con un peine impregnado de este aceite esencial. Acción aromática: fuerza, positividad.

· Enebro: El aceite esencial de enebro es depurativo, antirreumático y antiséptico. Se puede utilizar perfectamente para masajes contra el reúma, tratamientos anticelulíticos o para tratar transgresiones alimentarias o exceso de alcohol, ya que es un magnífico drenante para eliminar líquidos. Acción aromática: su olor fresco y limpio tonifica y aporta bienestar.

· Mandarina: El aceite esencial de mandarina es antiséptico, acidificante, exfoliante y drenante. Por su aroma calmante resulta ideal para utilizar en baños y masaje. Acción aromática: Actúa sobre la tensión nerviosa, es tranquilizante.
Mejorana

· Mejorana: La esencia de mejorana tiene un efecto miorrelajante (relajante muscular), por lo que es muy apreciada para el masaje. Podemos aplicar unas gotas directamente sobre la piel, realizando unos apoyos de digitopresión en el caso de tener una contractura muscular. Después se realiza un masaje general sobre la zona afectada mezclando mejorana con aceite de almendras y otros aceites esenciales que puedan ayudar a reforzar el tratamiento. Acción aromática: relajante. Puede darse en casos de nerviosismo. Aconsejable para las personas con “tics” nerviosos.

· Pomelo: Este aceite es un buen regulador de las glándulas sebáceas y drenante. El aceite esencial de pomelo se está utilizando cada vez más en la elaboración de champús naturales, porque además de su fresco y característico olor normaliza la grasa del cabello. También se puede utilizar en masajes anticelulíticos o adelgazantes, combinando con otros aceites esenciales. Acción aromática: Actúa sobre la tensión nerviosa, con efecto calmante.

· Sándalo: El aromático sándalo es antiséptico, regenerante de los tejidos y antidepresivo. Desde la antigüedad se ha aplicado sobre la piel, no solo por su extraordinario olor, sino porque es un buen regenerador del cutis, ideal para pieles secas. Podemos preparar una larga y recuperadora noche de sueño si una hora antes de acostarnos nos damos un baño con aceite esencial de sándalo. Es muy útil en masajes relajantes. En estos casos se puede combinar con mandarina y mirra. Acción aromática: relajante, predispone a la calma y a alcanzar la paz interior.
Arbol de sándalo











Aceites esenciales para:


Antialergias:
Manzanilla, lavanda
Activar la circulación:
Alcanfor, enebro, romero, limón, cedro, ciprés, jengibre, citronela, palmarrosa, pino, salvia
Inmunoestimulantes:
Lavanda, limón, árbol del té, tomillo, canela
Energéticos:
Canela, cedro, enebro, ciprés, hisopo, jengibre, lavanda, incienso, limón, pomelo, romero, salvia
Depurativos:
Enebro, tomillo, limón, mandarina, mejorana, salvia
Estimulantes del sistema linfático:
Enebro, geranio, hisopo, limón, mandarina, pomelo
Equilibran el sistema nervioso:
Citronela o hierba de limón, lavanda, manzanilla, incienso, cedro, enebro, ciprés, geranio, mejorana, melisa, salvia
Antiastenia:
Romero
Tónicos:
Albahaca, árbol del té, enebro, hinojo, hisopo, geranio, incienso, lavanda, lavandin, canela, jengibre, manzanilla, mejorana, melisa, mirra, nuez moscada, limón, pachuli, romero, tomillo, orégano, ajedrea, sándalo, citronela, cayeput, mandarina, palmarrosa.

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