El Ajo

Cabeza de ajos

Resulta efectivo contra las infecciones respiratorias y de oído. Posee múltiples posibilidades curativas para combatir todo tipo de infecciones, sean respiratorias o digestivas. 

Combate las putrefacciones intestinales, elimina parásitos y hongos, baja los niveles de triglicéridos y colesterol. 

Como depurativo, el contenido en compuestos azufrados del ajo le convierte en un alimento desintoxicante por excelencia, ya que neutraliza los metales pesados absorbidos por el organismo: aluminio, plomo y mercurio principalmente. 

Ajos

Asimismo sus ácidos fenoles forman un compuesto llamado ”glutatión” considerado como el más potente agente depurativo de nuestro organismo. 

Además contiene diversas sustancias protectoras que inhiben las sustancias agresivas que favorecen el desarrollo del cáncer de estómago, pulmón o hígado. Investigaciones japonesas destacan su poder antioxidante que permite incluso reversibles daños hepáticos. Resulta un remedio eficaz para los problemas circulatorios y que se encuentra al alcance de todo el mundo. 

El ajo es hipotensor, anticoagulante, y posee también propiedades antibióticas, expectorantes y antiinflamatorias.

Ristra de ajos

El ajo también resulta útil para acabar con los tapones de oídos. Para ello se pueden preparar unas gotas muy simples de hacer a base de ajos. Se mezclan aceite de almendras dulces, glicerina y zumo de ajos a partes iguales y se aplica directamente en casos de excesivo cerumen.